Llevo una moleskine en el bolso, a modo de agenda y diario, otra está guardada en el cajón de la mesilla de noche, para las inspiraciones trasnochadoras, a veces apunto cosas en un folio reutilizado y acumulo papeles de anotaciones y dibujillos encima del escritorio... Pero lo más inspirador es ver como algunos artistas miman sus propios moleskines, como crean arte en esas pequeñas páginas que guardan para ellos mismos. Mirar hojas tan aprovechadas te embriaga de creatividad y te conduce a querer crear cosas nuevas.
Hola!
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Gracias :)
Conocer el trabajo de artistas por sus Moleskines es inspirador. La verdad es que la historia en si de la Moleskine es ya inspiradora. Yo también tengo una y también acabo como tú, jeje. Me gusta tu blog!
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